Ya sea para un video de un minuto en Instagram, un corto de cine o la cortina de un programa de radio, el objetivo es siempre el mismo: que la música sea una solución, y no un problema.

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Con cada trabajo hay una dinámica diferente, y cada producción tiene necesidades diferentes.

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Lo más importante es la satisfacción con el producto final, que la música esté al servicio del contenido, y que asista en la creatividad del cliente.